Ellas
En cualquier conflicto las mujeres son víctimas de la violencia y por supuesto, en el periodo posterior a la Guerra Civil, también fue así. En muchos casos, no solo les arrebataron la vida a sus hijos, hermanos, padres o maridos, sino que además, sufrieron distintas formas de violencia.
En la Comunidad Valenciana, la represión franquista contra las mujeres comenzó en 1939 y se perpetuó hasta 1950, ejerciéndose de múltiples formas: abusos y violaciones, encarcelamientos en condiciones alimentarias, higiénicas y sanitarias deporables, castigos físicos como los rapados de pelo a modo de espectáculo público acompañándolo a veces de la ingesta forzosa de aceite de ricino, o la realización de tareas domésticas en espacio públicos… y procesos de depuración contra las mujeres funcionarias, siendo especialmente relevante la que se ejerció contra las maestras.
Estas mujeres soportaron un peso enorme sobre sus hombros. Fueron condenadas, humilladas, rapadas e incluso a algunas de ellas les robaron a sus hijos. Les quitaron todo, sueños, ilusiones, educación, empleo, hogar y familia, pasaron hambre y miseria.
Por esa etapa tan oscura, la del horror que tuvieron que vivir, queremos agradecer, homenajear y reconocer a todas aquellas viudas, abuelas, madres, hijas y hermanas, las grandes olvidadas de la memoria pese a ser grandes luchadoras. A nuestras abuelas y madres: Carmen, Francisca, Josefa, Carolina, Cecilia, Esperanza, Concepcion, Consuelo, Filomena, Isabel, Amparo, Amalia, Leonor, Lucía, Rosa, Mercedes, María, Rosario, Vicenta, y otras tantas mujeres…
Gracias a todas.
Estamos orgullosas y orgullosos de cada una vosotras, sin vuestra valentía hoy no estaríamos aquí.